domingo, 22 de abril de 2012

TODOS LOS DÍAS NO SON FIESTA

Esa es la frase de ánimo que escribía un buen amigo en respuesta a mi anuncio en facebook de mi retirada hoy en la prueba de btt maratón en Teruel. Y es la frase que he decidido utilizar como título a esta entrada porque resume perfectamente la sensación que he tenido al decidir retirarme de la prueba.
A las 9 de la mañana tomaban la salida los Pros que disputaban el título de campeón de Aragón en la modalidad de btt maratón, media hora más tarde lo haríamos los cicloturistas.
La organización nos tenía reservado un duro circuito de 75 km con 2000 mts de desnivel acumulado, además en la categoría cicloturista existía la posibilidad de realizar un recorrido más corto de 45 km. En principio yo me había inscrito para el circuito largo, siguiendo con ello la trayectoria de esta temporada de participar en pruebas de largo recorrido, pero como bien decía en el título no todos los días son fiesta.
Nada más tomar la salida notaba que me costaba seguir el ritmo del resto de participantes, así que siguiendo el criterio del ``ya caerán´´ y viendo que en las últimas pruebas de este tipo mi ritmo mejoraba con los kilómetros decidía aflojar y ver como el grupo de cabeza se alejaba poco a poco. Pero hoy los kilómetros no ayudaban y no lograba encontrar mi ritmo. Mi cabeza empezaba a jugarme una mala pasada, ya que poco a poco me daba cuenta de que hoy no iba a ser un buen día para mi. Pero eso no iba a ser todo.
Como en la última prueba hoy participaba con la bici rígida y mi espalda terminaba acusando este echo. Hace algún tiempo mi fisio me aconsejó que utilizara una doble, debido un pinzamiento que tengo en las lumbares, pero debo de reconocer que soy un romántico del mtb de toda la vida y, aunque poseo una top fuel de doble suspensión de la cual estoy muy orgulloso, de vez en cuando me dejo poseer por las sensaciones puritanas de montar sobre una rígida como toda la vida y para más inri con postura de rally pura y dura con potencia invertida incluida. Esto no tiene otra consecuencia que cuando el terreno se pone cuesta arriba tiro bastante de riñón con esta bici y el resultado es que las lumbares terminan acusando el esfuerzo, y precisamente hoy la cosa se ponía muy cuesta arriba.
Al llegar al km 40 más o menos llegaba al cruce que separaba el recorrido largo del corto, y viendo que mis piernas no respondían como desearía y que cada bache que llegaba a mi espalda era una tortura, la decisión estaba clara y tomar el camino corto era lo más sensato muy a mi pesar.
A trancas y barrancas llegaba a la meta y al intentar bajarme de la bici he tenido que pedir ayuda a un chico de la organización porque no podía ni levantar la pierna, poner la espalda derecha ha sido una odisea.
Una ducha, un ibuprofeno, otra odisea para poder ponerme los calcetines y camino a casa a descansar.
Me quedo con la frase de ánimo de otro compañero que me decía que para coger carrerilla a veces es necesario dar un paso atrás. Espero que sea cierto y que en la próxima prueba lleve toda la carrerilla cogida.

Saludos.

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